La feminidad sublime de la rosa de Bulgaria recogida a mano en los amaneceres, realza un exquisito acorde de flores blancas. Un acorde elegante que contrasta con notas ambaradas y sensuales del pachuli de Singapur destilado artesanalmente.
La feminidad sublime de la rosa de Bulgaria recogida a mano en los amaneceres, realza un exquisito acorde de flores blancas. Un acorde elegante que contrasta con notas ambaradas y sensuales del pachuli de Singapur destilado artesanalmente.